jueves, 18 de diciembre de 2014

Barbadillo de Herrero - Cruz de la Demanda

Madrugamos, puesto que tenemos casi hora y media de desplazamiento hasta llegar al comienzo de la ruta en el precioso pueblo serrano de Barbadillo de Herreros. Es pronto y el pueblo aún no ha despertado, la mañana es fresca y aunque no hay previsión de precipitaciones, el cielo amenaza todo lo contrario. Cruzamos el pueblo y tomamos un camino paralelo al río, pasamos junto a la ferrería.
Ferrería de Barbadillo de Herreros


Continuamos camino adelante y pasamos junto al túnel de ferrocarril minero Arlanzón - Monterrubio de la Demanda.
Y un poco delante hay una barrera y un cartel que nos indica que a partir de aquí solo pueden pasar vehículos autorizados. Ante la posibilidad de que a la vuelta nos encontremos el camino cortado aparcamos el coche junto a la cadena y comenzamos a caminar.
Nos pertrechamos y echamos a la mochila los útiles que, pensamos, podemos necesitar.
El camino serpentea junto al río Pedroso, que por cierto, lleva mucha agua. Es más por aquí esta noche pasada ha llovido con ganas, el camino está resbaladizo y encharcado.
Llegamos a la "casa de la sierra", precioso albergue que se encuentra en un estado de conservación admirable.
 Un poco delante, al llegar a una gran tenada, tomamos el camino de la derecha que sigue el curso del río. El paseo hasta ahora está siendo demasiado cómodo y tengo la sensación que desde donde hemos dejado el coche no hemos subido prácticamente nada. Llegamos a una amplia pradera y abandonamos el camino para adentrarnos en ella. El lugar es conocido como "la majada de las tenadillas", aquí hay otro albergue, replica del anterior, en un estado de conservación y limpieza difíciles de igualar.
 Hago unas fotos del valle y albergue y continuamos río arriba. Nos adentramos entre los robles por lo que en su día fue un camino pero que en la actualidad no es más que una estrecha senda que poco a poco se va cubriendo de maleza hasta que, visto y no visto, desaparece.
Buen momento para ponerse las polainas y tomar un tentempié. Comprobamos la altitud y... estamos aún a 1450 metros. Hemos caminado ocho kilómetros y solo hemos subido 200 metros, para llegar a la cruz hemos de salvar otros 600 metros y solo nos quedan tres kilómetros. Lo mejor es que como en la zona alta hay niebla no vemos lo que nos queda por delante. 
El paseo ha terminado y comienza "lo bueno". Abandonamos el río y ascendemos por una escarpada ladera que hay a nuestra izquierda. Nos adentramos en un precioso hayedo, donde avanzar es dificultoso en extremo. A la pendiente hay que sumar el manto de hojas que con la lluvia que cae empieza a ser impracticable. El ascenso se me hace duro, pero duro,duro. 
Avanzamos en zigzag para hacerlo más llevadero,pero aún así los traspiés, resbalones y caídas se suceden con frecuencia.
Llegamos al final del hayedo, por fin, pensando que nuestros males han finalizado, pero nada más lejos de la realidad. La pendiente continúa, más dura si cave, y nos adentramos en un espeso brezal que llega hasta donde alcanza la vista.
Para colmo de males, comienza a llover con cierta intensidad y con los brezos hasta la cintura nos empapamos en un abrir y cerrar de ojos. Miramos el gps y tenemos la pista muy cerca, pero solo alcanzamos a ver brezos y más brezos. Al fin salimos a la pista, nos encontramos a 500 metros de nuestro objetivo pero con la niebla que hay no vemos nada. 
Pisamos la primera nieve de la temporada. continuamos ascendiendo pero muy despacio, ahora le toca el turno al viento con rachas increíblemente fuertes. Por la noche en casa viendo el tiempo salió Valdezcaray con rachas de viento superiores a 105 km/hora, y nosotros estuvimos a tiro de piedra de allí. 
Coronamos "La Cruz de la Demanda", fotos de rigor e iniciamos un apresurado descenso. Cae aguanieve que con el viento nos golpea con una fuerza inusitada. El viento nos azota con una fuerza increíble, tengo ganas de adentrarme en el hayedo para que el viento deje de castigarnos. 
El descenso es lento y muy peligroso, si el ascenso fue malo, la combinación de la pendiente y hojarascas mojadas hacen que el descenso llegue a ser una temeridad. Yo ruedo por el suelo en varias ocasiones y no soy el único. 
Al fin llegamos al Pedroso y aunque todavía nos quedan 8 km.el resto del camino es un paseo.
Para que os hagáis un idea de la dureza del ultimo tramo ahí van algunos datos.
En el ascenso de los tres últimos kilómetros hemos empleado algo más de hora y media, y  en el kilómetro más peligroso del descenso hemos empleado media hora, ni más ni menos. 
Una vez en el bar del pueblo tomando una cerveza comentamos la ruta que habíamos hecho a unos paisanos.
- Han subido por "Mata ovejas" ja, ja, ja. Podíais haber tomado cualquier otra ruta, que sin lugar a dudas hubiera sido más cómoda que esta ja, ja, ja.
Total que pasamos un buen rato aunque fuimos "la risión de la taberna". 
En el siguiente enlace podéis seguir la ruta: http://app.endomondo.com/workouts/446829896/14928748