lunes, 12 de noviembre de 2012

PEÑA DE CARAZO Y SANZA

El inicio de la ruta está a la afueras de Ahedo, en el camino que llega hasta el depósito de agua. Para llegar hasta el pueblo hay que tomar la carretera nacional 234, Burgos-Soria y un poco antes de llegar a Salas de los Infantes tomar un cruce que nos lleva, primero a La Revilla y por fin a Ahedo.
Desde la carretera nacional vemos una bella estampa de la peña en toda su extensión. ¡La imagen es preciosa!
 Nada más abandonar el pueblo comenzamos a subir, y de que manera, por un camino bien marcado, donde en algunos tramos el desnivel es matador.





 La mañana es fresca y el viento muy fino, con lo que hacemos la subida rápida. Ya estamos en el valle que hay entre las dos mesetas, es una zona de campo donde con paciencia se pueden ver fósiles marinos. Decidimos atacar primero la meseta de San Carlos. Al principio, mientras pisamos hierba la ascensión es cómoda, pero en cuanto llegamos a la zona rocosa la cosa se complica. El último tramo de ascenso lo hacemos por lo que parecen escaleras labradas en la roca.
!El paisaje es precioso¡
En esta meseta hubo un castillo medieval del que aún queda algún resto. El lugar es inexpugnable. Cuando  los ejercitos musulmanes se dirigían a Burgos,  desde Gormaz o Medinaceli no tenían más remedio que pasar a sus pies. Pero como la posibilidad de un ataque frontal era imposible,lo   ignoraban y pasaban de largo. Este era uno de los bastiones del conde Fernan Gonzalez en la zona, junto al castillo de Castrovido y el castillo de Lara
Seguimos avanzando hasta llegar a otra pequeña torre, y muy cerca los restos de lo que fue un aljibe.

Entre las dos torres nos encontramos restos de una robusta muralla hecha con piedras de sillería.
Es hora de dar media vuelta, el frió empieza a ser insoportable, pero antes una vista panorámica al entorno.¡ Espectacular!
El descenso es rápido y una vez en el campo observamos cual puede ser el mejor lugar para atacar la meseta de Carazo. Desde la distancia parece difícil, pero una vez al pie del farallón vemos varias grietas que nos facilitan el ascenso.
Una vez arriba, es el momento de reponer fuerzas, buscamos una zona abrigada y hacemos un alto para almorzar.
Continuamos andando a través de un frondoso bosque de Sabina Albar. En esta zona está enclavado el mayor sabinar de Europa.
 Me sorprenden las dimensiones de la meseta, no tanto su longitud pero si su anchura. ¡Es inmensa!
Lo peor es el piso,es todo roca caliza muy erosionada, con aristas cortantes y muy agrietadas.
Vemos unos grandes sumideros( desagües naturales de la meseta) con una profundidad más que considerable. Adentrarse en ellos es muy arriesgado.
 Mediado el camino llegamos a un circo muy erosionado, donde se rompe la monotonía del bosque de sabinas, desde aquí y hasta el final desaparecen el bosque y casi la vegetación.
Regresamos al lado del farallón y los buitres vuela a nuestra altura. Como hace bastante viento pasan a toda velocidad sobre nuestras cabezas. ¡Precioso!
Hay una zona desde la que podemos observar a los buitres en sus nidos sin molestarlos, con el  zoom a tope consigo hacer alguna foto, no muy buenas, pero si nos acercamos más igual les molestamos.

Aquí en la peña de Carazo hay una gran colonia de buitre leonado.
Llegamos al borde de la meseta y encontramos otra grieta que nos lleva hasta el valle rápidamente. Desde aquí el descenso es vertiginoso, las pendientes parecen más inclinadas que por la mañana, con lo que se acentúa el dolor de piernas y cuando llegamos al coche parecen de chicle.
Hemos empleado cuatro horas y media en hacer diez y seis km.
Son las dos de la tarde y decidimos acercarnos hasta Quintanar de la Sierra, y así después de comer acercarnos hasta "Sanza", y ver el nacimiento del río Arlanza. Comemos en un merendero situado al lado del camping y poco después de las tres y media reanudamos la marcha, pasamos por la piscifactoría y al lado vemos un grupo de ciervos en semi libertad.
Seguimos una pequeña senda bastante sinuosa al lado del río, en varias zonas está cubierta de vegetación con lo que el avance se hace dificultoso 

El río baja precioso, sinuoso, saltarin, debido al mucho caudal  que lleva. En algún sitio la senda está a nivel del río mientras en otras zonas se eleva bruscamente hasta los diez o doce metros de altura. Llegamos a una zona donde el valle se abre dando lugar a unas grandes campas donde nos encontramos el nacimiento.
 El nacimiento está formado por dos surgencias no muy distantes una de otra, como las pillamos en época de deshielo el caudal de ambas es esplendido.
Nos deleitamos un momento con la belleza del paisaje y comenzamos el retorno. Buscamos una senda más separada del río, que sea menos sinuosa. Encontramos un amplio camino e iniciamos el descenso, pero parece que nos aleja de nuestro destino y decidimos acercarnos otra vez al río, al poco rato estamos  observando los ciervos y un poco después en el coche. Esta tarde hemos caminado ocho km. mas los diez y seis de la mañana dan una suma más que aceptable. La mañana empezó fría y amenazando lluvia, pero la tarde ha sido esplendida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario