jueves, 18 de abril de 2013

Cascadas de Santa Cruz del Valle Urbión

Para llegar a Santa Cruz , tenemos dos opciones:
1ª- En La N-120 a la altura de Ibeas tomamos el desvió de Pradoluengo.
2ª- En Belorado, también en la N-120, tomamos el desvío hacia Pradoluengo y como a dos kilómetros pasando el pueblo se encuentra Santa Cruz.
Precioso pueblo serrano, situado en un enclave maravilloso.
 En cualquier época del año que lo visites hay un detalle que nunca pasa desapercibido, el agua, fluye por cualquier sitio. ¡ Maravilloso!.
La ruta se puede comenzar en el mismo pueblo, pero cuando estuvimos la previsión de lluvia era del 100% con lo que seguimos una  pista  como dos kilómetros hasta llegar a una zona recreativa, con merenderos, fuente y un pequeño refugio, para protegerse de las inclemencias del tiempo.
La ruta es circular y esta bien señalizada,  al poco de salir encontramos el cartel que nos indica un desvío a la derecha, transitamos por una zona de prados, pero una vez dejados atrás estos comienzan las complicaciones. Tenemos delante una pequeña senda que sube zigzagueando ladera arriba, aparte de la pendiente, que de por sí es dura hay que añadir la humedad del suelo. ¡Rezuma agua por todas partes!
Terminada la pendiente nos adentramos en un pinar y un poco más allá comenzamos el descenso hacia el río. Como el invierno ha sido prodigo en lluvias, su caudal  es muy alto, con lo que tenemos otra dificultad añadida. La ruta transita por el cauce del río, en varios puntos las marcas se encuentran en medio de este, con lo que después de cruzar varias veces terminamos de agua hasta las rodillas.
Comienza a llover con cierta intensidad cuando aparece ante nosotros la primera cascada.
Tiene un desnivel considerable y con la cantidad de agua que lleva el ruido es atronador.
Después de las fotos de rigor continuamos con el ascenso, que en algunas zonas es peliagudo. En poco tiempo alcanzamos la segunda. Es mas esbelta que la anterior y el ruido es aún mayor.

Nos intentamos hacer una fotos cerca de la cascada y terminamos calados por arriba y por abajo.
Un poco antes de llegar a esta cascada vimos una pieza metálica, bastante grande, en medio del río. La zona es inaccesible para vehículos, así que no nos explicábamos como había podido llegar allí. Nosotros no lo sabíamos, pero era cuestión de tiempo conocer la respuesta.
 
 
Nos dirigíamos a por la ultima cascada, cuando en una zona tuvimos que abandonar del cauce del río, entonces encontramos la respuesta. Había piezas de un tractor por toda la ladera, creo que era un Super 55, la incógnita es ...¿ Como llegó hasta allí?.
Continuamos andando y la lluvia es nuestra compañera desde hace rato, pero como dice el refrán "No hay mal que cien años dure" y para cuando avistamos la ultima cascada escampa.
Es, sin lugar a duda, la más espectacular de las tres por su altura y aunque tiene una pequeña terraza hacia la mitad es preciosa.
Esta ultima se encuentra al lado de un cortado rocoso espectacular.
Una indicación a la derecha de la cascada nos indica el camino a seguir, que nos conduce a lo alto del salto. La senda continua por la derecha adentrándose en un espeso pinar y nos alejamos del río rápidamente, salimos del pinar y desde un mirador observamos el paisaje.
Comenzamos un frenético descenso, que aunque da un  rodeo es muy cómodo, nos adentramos primero en espesos pinares y luego en un precioso hayedo.
Estamos llegando a otro valle que nos conduce directamente al coche. Falta poco para la una y comienza otra vez a llover. Uno de los compañeros nos comenta que antes de salir de casa ha mirado la previsión del tiempo y que se esperaban chaparrones de cierta intensidad en esta zona y en el momento que nos encontramos. Tenemos el coche a la vista y la lluvia arrecia. ¡Pero de que manera! Alcanzamos el coche y salimos pitando, la lluvia nos acompaña en todo el camino de regreso hasta Burgos. ¡Para que luego digan que las previsiones no son fiables!
Hemos empleado cuatro horas, nos hemos mojado en el río, en las cascadas y con la lluvia pero ha merecido la pena. Tenemos todos una sonrisa de oreja a oreja.
Esta ruta igual es más cómoda de hacer en verano y otoño, pero en contrapartida el agua de los saltos será menor. Aunque cuando una cosa es bonita es indiferente el momento que se disfrute.
¡ A por ella!








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